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La indignación de Andrónico Luksic en twitter y el trolleo a un millonario

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La publicación de un viejo video de una reunión entre el empresario Andrónico Luksic y Vladimiro Montesinos, el factotum de Alberto Fujimori, desató la ira del hombre más rico de Chile a través de twitter. Del mismo modo que algunos políticos, partiendo aquí por Donald Trump y Bolsonaro, Luksic también descargó su rabia en esta red disfuncional que acumula no solo improperios, descalificaciones y escupitajos, sino mentiras y bestialidades.

 

 

El video no fue publicado ni en estas ni otras redes. Lo difundió un medio de comunicación digital que entregó su nombre y ubicación. Una noticia, una denuncia, que ayuda a recomponer la historia reciente de Chile y Sudamérica. Quién es Montesinos, Fujimori. Quién es Luksic. Los dos primeros cumplen largas condenas por una larga lista de delitos, entre corrupción, lavado de activos, narcotráfico y homicidios. Luksic sigue en el primer lugar del ranking Forbes para Chile pero ha perdido desde entonces varios puntos en su imagen: del héroe neoliberal de los 90 y 2000 ha pasado a ser uno de los empresarios más repudiados por la opinión pública. Y de eso no sólo las redes sociales nos informan, sino también en cada lienzo, manifestación y encuesta. Los empresarios, con Luksic, Piñera y los oligarcas Matte en la primera línea, han pasado de ser aquellos filántropos creadores de empleo relatados por el imaginario neoliberal de finales del siglo XX a los codiciosos que son hoy en día. Donde hay contaminación y explotación indiscriminada de recursos naturales, habrá o un Luksic, un Matte o uno de sus colegiados.

 

Luksic fue a las patadas el miércoles en twitter. Bueno, ese es el estilo de la infame red. “Para hacer daño publican como “noticia exclusiva” historia añeja y pública. Este caso fue sobreseído hace 13 años. Cómo les duele q un empresario dé la cara, se comunique directa% con las personas y diga lo que piensa. Sigan escarbando en el pasado!! Yo seguiré avanzando al futuro!”  Leer un mensaje de Andrónico Luksic entre el torrente de improperios resulta no solo inusual y fuera de lugar. Sí, fuera de lugar porque el millonario es dueño de un canal de televisión. Allí tiene contratada a toda una redacción de periodistas para que arreglen la imagen, de él, de sus colegas y del Estado chileno que tanto le ha dado. Por qué otro motivo tendría un canal de televisión.

 

 

Pero Luksic se mete en la viscosidad de las redes sociales a discutir, suponemos, de tú a tú. Pero él no es un otro cualquiera. ¿Lo son también los tuiteros Trump y Bolsonaro? Ninguno de estos tres, y podemos incluir aquí a cualquier otro poderoso, es un igual aquí pero quieren parecerlo.




 

Andrónico Luksic arrastra el discurso de la filantropía liberal, hoy un cuento de hadas exclusivo para los niños de La Dehesa. Porque en las décadas de este modelo, bendito también para el barrio alto, no hay sociedad de oportunidad sino nepotismo, y privilegios para una clase protegida. Un gran green de golf rodeado de mediaguas.

 

El dueño del canal 13 reitera este relato liberal, que a estas alturas de la inequidad y la concentración de la riqueza es ya un ruido irritante, como si quisiera justificar lo injustificable, como si quisiera decirnos que él es un igual con un poco de dinero. Como si nos dijera que con un poco de fe y perseverancia también podríamos ser millonarios. La historia del sacrificio, que tal vez se ajuste un poco a su padre inmigrante croata en el norte chileno durante el siglo XX, no se amolda a su biografía, de joven privilegiado y de una fortuna expandida al calor de la dictadura de Pinochet. Tal vez por todo esto, por ese velo oscuro que tapa los orígenes y expansión de toda fortuna, Luksic temía la exhibición del video con Montesinos, la bestia negra de la corrupción peruana y sudamericana. La historia, aunque nos pese y no sólo a él, ya está escrita. Las imágenes pueden borrarse, los relatos hasta pueden volver a escribirse, pero los hechos no pueden ser alterados.

 

Aquí no hay santos, héroes ni filántropos. Las fortunas se han hecho con el trabajo asalariado y embrutecedor de los otros, con la explotación de los recursos naturales, con la eliminación de centenares de especies. Tal como el pasado vuelve a emerger con toda su crudeza, el presente tampoco es un relato cómodo. No es ni una alegoría a la unidad y a los consensos sino la competencia feroz, implacable e injusta. Por eso que los niños de La Pintana y La Legua no tienen el sueño liberal de las oportunidades, de las pasantías y los doctorados en Nueva York, de las start ups y otras narraciones. Sueñan con el Chapo Guzmán, con la Santa Muerte, con el microtráfico como salvavidas de última hora.

 

Luksic cierra su tweet con una certeza: “Yo seguiré avanzando al futuro”  ¿Cuál es el futuro de Luksic? Claro está que no es el nuestro. Porque su futuro, tal como su presente, se basa en nuestro dolor y en las extendidas calamidades.

 

Paul Walder



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  1. Gino Vallega says:

    Luksic , Bolsonaro , Trump , Fujimori , Piñera , entre otros , saben que sólo SUS niños nacen con una marraqueta debajo del brazo y que los otros no la traen ,pero no les importa , les conviene , porque ellos son los que venden las marraquetas.

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