Economía y Mercados en Marcha

A Chile le falta regular modalidades de juego online como las tragamonedas

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La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) apenas realiza avances en temas de regulación del mercado de las apuestas y juegos de casino virtuales.

 

En general, la normativa en los países de América Latina está bastante retrasada. No obstante, países como México y Venezuela tiene un buen trecho recorrido en este tema, y otros como Colombia y Brasil le siguen justo detrás.

 

En cuando a Chile, la Ley N°19.995 de 2015, modificada por la Ley N° 20.856, establece las Bases Generales para la Autorización, Funcionamiento y Fiscalización de Casinos de Juego. Sin embargo, no hace mención alguna al tema de juegos de azar por internet, un negocio con altos índices de crecimiento. De acuerdo con Statista (2019), el mercado de apuestas y casinos en línea a nivel mundial podría alcanzar un valor de 94,4 billones de dólares en 2024.  Dada la creciente oferta de casinos online, es necesaria una intervención por parte del Estado.

 

En Chile, los casinos online y los casinos tradicionales coinciden en un punto muy importante: las tragamonedas, las cuales son la opción de juego más valorada. Respecto a las páginas web de casinos, estas no se limitan a imitar a las máquinas tradicionales. Por el contrario, se encuentran variaciones de tragamonedas con diferentes niveles de interactividad y temáticas; amplitud de combinaciones ganadoras y nuevas posibilidades de apuestas. También hay juegos de tragamonedas 3D y otros tantos de tragamonedas en realidad virtual.

 

De hecho, al tratarse de un negocio que funciona por internet, en los casinos online hay un espacio natural de innovación digital que, entre otras cosas, permite alcanzar un segmento diferente de la población: Jóvenes adultos entre los 18 y los 25 años, en contraste con los jugadores de casinos tradicionales quienes suelen estar entre los 45 y los 60 años.

 

Adicional a lo anterior, en los casinos en línea también son habituales los incentivos de juego. Por ejemplo: bonus y tiradas adicionales. También es posible encontrar juegos de casino gratis tragamonedas, especiales para aquellos que desean familiarizarse con la dinámica de los juegos por internet. Todas estas estrategias suelen ser el gancho para atraer nuevos jugadores.

 

Sin embargo y a pesar de todas estas consideraciones, parece ser que el Estado sigue sin tener el suficiente interés en el tema. En cambio, los esfuerzos se concentran en la regulación de casinos tradicionales, en donde persisten varios problemas de ilegalidad.

 

De hecho, actualmente se está discutiendo el proyecto de ley que prohíbe el uso de máquinas tragamonedas por fuera de los casinos autorizados, de las que se estima que podrían haber cerca de 33 mil operando ilegalmente; la mayoría en tiendas de barrio y sectores populares. Esto sin mencionar el tema de los casinos clandestinos. Posiblemente, estas fallas en la regulación se deban a que las autoridades encargadas de hacer valer la normativa expedida por la SCJ son municipales y les hace falta financiación.

 

No obstante, el debate se ha ido extendiendo. Los senadores han coincidido en la necesidad de reforzar las regulaciones y generar mecanismos efectivos de control. Algunos otros hablan de reformar la normativa de juegos de azar en su totalidad e incluir, de paso, la regulación de los casinos en línea. No obstante, puede que aún falte tiempo para ello.

 

En contraste, cabe destacar que la falta de un marco legal para los casinos por internet no significa que estos funcionen de manera ilegal. De hecho, muchos comercios cuentan con licencias internacionales, además de cumplir con altos estándares de calidad. Adicionalmente, ofrecen variedad de opciones de pago y de retiro de ganancias. Respecto a los usuarios chilenos, no hay ley que los penalice por usar estas plataformas, siempre que el comercio no tenga su base en el país. Dicho de otro modo, la regulación se encuentra en un vacío legal o zona gris.

Pese a todo, la necesidad de una normativa inmediata queda al descubierto en el modo de juego online conocido como tragamonedas Jackpot. En la jerga de la industria, Jackpot significa un premio de dinero acumulado. Según el portal Casino.org, el crecimiento en juegos de tragamonedas online y móvil ha dado lugar a suertudos ganadores que han tomado premios por valor de 5 a 7 millones de dólares. Es obvio que un sistema de captación de ganancias masivas como aquel requiera de leyes exigentes que regulen el mercado y protejan a los jugadores de estafas y falsas promesas de premios.

En términos generales, una adecuada regulación de la industria de juegos de azar en línea permitiría: Instalar un sistema de pago de impuestos y recaudaciones tributarias, fomentar el crecimiento económico, combatir el fraude y evitar que los menores de edad entren a este tipo de sitios a través de teléfonos, computadores o tabletas. Solo queda esperar un poco más para saber si las autoridades nacionales, en especial la SCJ, tomarán medidas al respecto.

 

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