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Eclipse total de Sol se repite en Chile luego de 9 años

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La palabra eclipse proviene del griego ékleipsis, que significa desaparición o abandono. Este fenómeno ocurre cuando la luz, que proviene desde un cuerpo celeste es bloqueada por otro. Los eclipses de sol y de luna, suceden cuando uno de estos cuerpos se superpone al otro en una misma alineación con el planeta Tierra y solo sucede durante algunas lunas nuevas y lunas llenas.

 

Nueve años han pasado para que, nuevamente, en Chile se pueda apreciar un eclipse total de Sol, fenómeno poco frecuente en una determinada zona geográfica y de hecho, nuestro país no es testigo de un acontecimiento desde el año 2010 en Rapa Nui.

 

Este año, los ojos de todo el mundo y en especial el de los astrónomos, se posarán en la Región de Coquimbo.

 

La Capital de la IV región, será el escenario perfecto para observar este eclipse total, este 2 de julio, que se verá en plenitud desde Domeyko en el norte, hasta Guanaqueros hacia el sur, mientras que en resto del país solo se podrá observar de forma parcial, destacando Atacama donde tendrá una visibilidad del 95%, Valparaíso y Santiago con un 92%, O´Higgins con un 89% y el Maule con un 85%.  En la Ciudad de Punta Arenas, será donde menos se podrá apreciar este fenómeno.

 

Para el profesor del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Dr. en Astrofísica, Nicolás Tejos, “esta, es una oportunidad imperdible dado que en los próximos 29 años solo se podrá ver 3 veces en todo nuestro país ya que, después del eclipse del 2 de julio, el próximo eclipse total de sol ocurrirá el 14 de diciembre del 2020 en la región de la Araucanía”

 

“Luego de esto, y sin contar los eclipses anulares, el próximo eclipse total de Sol ocurrirá tendrá lugar el 5 de diciembre del 2048 en la región de Aysén, esto es, 28 años después. Por lo mismo, recomiendo fuertemente a quienes tengan la oportunidad de viajar a las zonas de totalidad de los próximos eclipses, lo hagan pues es una experiencia única y poco común”, añadió el profesor.

 

La singularidad de esta fenómeno llama la atención no solo de quienes son entendidos en la materia, si no también, de la mayoría de la población.

 

Para poder observar el eclipse total de sol, es necesario ciertas precauciones. Según el docente del Instituto de Física de la PUCV, es de suma importancia recalcar que el Sol no se debe observar a ojo desnudo en un eclipse y tampoco en un día cualquiera.

 

“La luz del sol es tan intensa, que puede dañar fácilmente nuestra retina y afectar severamente nuestra visión a largo plazo. En un eclipse es mayormente peligroso, puesto que, en la oscuridad, nuestra pupila se dilatará y al momento de terminar el eclipse, la intensidad de la luz que pasará a nuestra retina aumentará.”

 

Otro elemento que se debe tener en cuenta, es tener la precaución de utilizar lentes, telescopios o binoculares sin los filtros adecuados, porque estos aumentarán la intensidad de la radiación incidente en nuestros ojos. Lo recomendable, siempre, es el uso de lentes especiales con los certificados y de alta graduación.

 

Desde el inicio de los tiempos, la observación y estudio de estos sucesos han permitido ir descubriendo y aprendiendo diferentes cosas.

 

Hace más de 2000 años, Aristarco Samos, logró determinar los tamaños y distancias relativos de la Luna y el Sol en relación al radio de la Tierra. A juicio de Tejos, las observaciones sistemáticas de los eclipses permitieron establecer hechos importantes del sistema Tierra-Sol-Luna, que dieron como resultado un mejor entendimiento de nuestro Sistema Solar.

 

Con las investigaciones científicas modernas, durante un eclipse total de sol, es posible estudiar elementos poco conocidos como la corona solar.

 

Esta, es una zona que emite una luz tan tenue que es imposible de ver si no es durante un eclipse total de Sol, porque es durante este fenómeno, que la corona queda completamente descubierta y se puede observar incluso a simple vista y es gracias a estos estudios, que se ha podido determinar que ésta corresponde a un plasma (gas ionizado) de muy baja densidad, pero que alcanza temperaturas de más de un millón de grados.

 

Otro estudio que se realizó durante eclipse, permitió corroborar una predicción de la Teoría General de la Relatividad de Einstein, la cual predice que un objeto masivo como el Sol debe necesariamente deformar las trayectorias de rayos de luz que pasen cerca de él.

 

Al respecto Nicolás Tejos mencionó que “justamente en 2019 conmemoramos los 100 años del experimento que lideró el famoso astrofísico Arthur Eddington en 1919, quién decidió poner a prueba la teoría de Einstein observando la posición de estrellas cercanas (en proyección) al Sol en un eclipse Total.

 

Sin el eclipse, sería imposible observar estrellas cercanas al sol, puesto que el brillo de éste y el brillo del cielo, opacan completamente la luz de las estrellas. Sin embargo, en un eclipse total de Sol, sería posible observar la posición aparente de estrellas cercanas (en proyección) al Sol. El experimento fue un éxito, y se pudieron observar estrellas cerca del disco solar, cuyo desplazamiento aparente coincidía muy bien con la predicción hecha por Einstein”.

 

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